ULAT 3.12

Son las 5:00 de la mañana y el despertador suena. John se despierta, pero Carol sigue durmiendo. John no quiere levantarse. Sabe que necesita dormir. Es domingo. John no tiene que ir a la universidad y Catrina no tiene clases. El podría quedarse en la cama, pero se levanta porque es su costumbre. John tiene frío. Se pone calcetas, vaqueros, una playera blanca y un suéter gris.

John entra en su oficina y se sienta delante de la computadora, pero no comienza a trabajar. Está deprimido cuando piensa en todos sus problemas. Sabe que Carol ne está contenta y que es verdad que no pasa mucho tiempo con sus hijos. Trabaja mucho, pero la familia no tiene mucho dinero. No sabe qué cambiar en su vida.

Se siente mal ... muy mal. Está tenso y preocupado. Tiene los pies fríos. Tiene sed. Le duele la cabeza, le duele el pecho y le duelen los hombros. Se siente muy débil.

John vuelve a la cama y se acuesta. Carol se despierta y le pregunta a John, "¿Qué pasa?" Ella sabe que John nunca vuelve a dormir después de levantarse. John le explica a Carol cómo se siente. Carol se levanta y le busca agua. Después, va al teléfono y llama al médico. Vuelve a sentarse con John y espera la llegada del médico.

Veinte minutos más tarde, llega el médico y comienza a examinar a John. (Sí, en Francia los médicos pueden venir a casa.) Cuando termina, le dice a Carol que John necesita mucho descanso y que podría tener un ataque cardiaco si no cambia su vida. Debe descansar más, comer mejor y preocuparse menos. Dice que John no debería volver a trabajar por 15 días y que debería quedarse en la cama por 48 horas. John tiene miedo y le promete al médico que va a respetar sus instrucciones.

John se duerme y Carol va a preparar el desayuno para los niños. A las nueve y media, John se despierta. Cuando Carol ve que John ya no duerme, entra en el cuarto y se sienta sobre la cama. Tiene tres fotos en la mano.

John : —Carol, perdóname. Soy tonto.

Hay un momento de silencio y después Carol le pregunta a John:

Carol : —John, ¿por qué trabajas tanto?

John : —Carol, soy profesor y no gano mucho dinero. Vivimos en una casa muy pequeña y bastante fea. Mi padre es un hombre muy exitoso. Todo el mundo respeta a mi padre. Quiero que tú, mis hijos, y mis padres se enorgullezcan de mí. Quiero ser un hombre importante. ¡No quiero ser un fracaso!

Carol : —¡Un fracaso!

Carol comienza a decir más, pero decide callarse. Piensa un momento y luego propone una idea:

Carol : —John, quiero hacer un juego.

John : —¿Un juego? Carol, no quiero jugar. No me siento bien.

Carol : —John, este juego es muy simple. Te voy a mostrar una foto, muy rápido, y después vas a describirme la foto.

John : —Bueno, si quieres, pero no comprendo por qué.

Carol : —Vas a comprender más tarde. ¡Mira!

Carol le muestra una foto. John sólo la ve por un segundo.

John : —¡Eh! Muéstramela otra vez.

Carol : —No, una sola vez. Quiero escuchar tu impresión de lo que hay en la foto. Quiero todos los detalles. ¿Quiénes están en la foto? ¿Dónde están? ¿Qué llevan? ¿Qué están haciendo? ¿Cómo están? ¡Todo!

John : —Pues, estoy con mis padres y estamos en la iglesia. Es el día de nuestra boda. Llevo un traje azul oscuro con una camisa blanca y - no sé - ¿una corbata azul y zapatos negros o cafés?

Carol : —Son negros, pero sigue. ¿Qué llevan tus padres?

John : —Mi padre usa un traje gris y mi madre tiene un vestido azul. Mi madre lleva zapatos blancos y mi padre...no sé.

Carol : —Los zapatos de tu padre son cafés. Pero piensa en la cara de tus padres. ¿Cómo están?

John : —No sé. Creo que están felices.

Carol : —¡Claro que están felices! Están muy felices. Se enorgullecen mucho de ti. Bueno, mira la segunda foto.

Carol le muestra a John muy rápido la segunda foto:

Carol : —Descríbeme la foto.

John : "Pues, es el mismo día. Estás muy hermosa. Tienes un velo blanco y llevas un vestido blanco también. Llevas tu sobrina en tus brazos. Creo que Uds. están en el parque dónde hicimos la recepción."

Carol : —¿Y cómo estoy, John?.

John : —Asustada, tensa y preocupada porque ya no puedes escaparte de mí.

Carol : —¡John, dime la verdad!

John : —Tienes una gran sonrisa muy bonita. Pareces contenta.

Carol : —¡John, estoy encantada de ser la esposa de John Richardson, profesor de inglés! Bueno, mira la tercera foto.

John ve la tercera foto pero, esta vez, Carol le da mucho tiempo para mirarla:

Carol : —¿Qué ves, John?

John mira la foto y no dice nada. Sonríe un poquito, pero también parece un poco triste. Por fin, dice:

John : —Estoy sentado con los niños, Catrina y Miguel. Hay otro niño, pero no lo conozco. ¡Qué lindos son los niños! Todavía tienen pelo rubio y son tan pequeños. ¡Soy joven también! Llevo pantalones azules para correr, una playera con rojo, amarillo y azul, calcetas y, creo, unos tenis blancos.

Carol : —¿Y cómo te sientes, John? ¿Y cómo están los niños?

John : —Los niños están contentos de estar conmigo y yo ... yo estoy bien ... feliz y relajado.

Carol : —John, tus padres te aman y se enorgullecen de ti, y los niños y yo también. No tienes que impresionar a nadie.

Después de un momento de silencio y con unas lágrimas en los ojos:

John : —Comprendo. Gracias, mi amor. Los niños y tú van a ver un cambio en mi vida.

Carol : —Queremos que te quedes y que estés con nosotros. Nada más. Ahora, descansa, John.

Carol le da un beso en la mejilla, se levanta, apaga la luz y cierra la puerta.